miércoles, 26 de diciembre de 2012

Experiencias saludables de mujeres mayores en Latinoamérica

Angostura-Chile un espacio protegido para vivir una vejez activa y placentera


Una vez pasada la resaca de mi viaje a Chile, recapacito sobre mis vivencias en ese hermoso país, en la hermosura de los cerros de Valparaíso, la impresionante Casa Museo de Pablo Neruda en Isla Negra o el centro Cultural de Gabriela Mistral en Santiago. Pero, como siempre, me quedo especialmente con la parte humana, con las personas tan entrañables con las que he compartido momentos de gran calidad y sinceridad: Marisa, Pepa, Nirvana, Puchi, Adriana, Rosita...

Todo comenzó el pasado mes de mayo, cuando conocí a Marisa en San Sebastián, en unas jornadas sobre Derechos Sexuales y Reproductivos, en las que ambas fuimos ponentes. Fue una conexión inmediata y, durante los cuatro días que compartimos vivencias y experiencias, me quede fascinada de su historia personal y su compromiso social y feminista.

Cuando me invitó a asistir al Encuentro Feminista de Chile en Valparaiso, el pasado mes de noviembre, no lo dude, sabía que tenía que ir, que era una gran oportunidad para conocer y aprender en esas tierras chilenas que no había tenido ocasión de visitar anteriormente.

Y no estaba equivocada. ¡He aprendido tanto de Marisa!, de su Lucidez mental, su trabajo, su inquietud por saber y aprender y de su solidaridad y reflexión feminista. !Todo un lujo de persona!

También ella me presentó a otra gran mujer, Josefina del Valle, fundadora de un centro de salud alternativo y solidario en el pueblo de Angostura y hace un año otro centro en Santiago. Son centros dedicados a su hijo fallecido, Tomás, y donde se practica un tipo de medicina no medicalizada, que recoge los conocimientos de la medicina tradicional, de la sabiduría china y que, entre otras técnicas, utilizan la acupuntura, los imanes, las abejas, etc. La mayoria de sus usuarias y usuarios son personas sin recursos que hacen pequeñas aportaciones por las terapias que reciben.

Este proyecto se puede sostener gracias al trabajo voluntario de expertas sanitarias que no cobran por ello, como es el caso de Marisa, que es médica cirujana y, una vez jubilada, se especializó en la terapia con imanes y ofrece sus servicios en el centro de Angostura todos los sábados, aprovechando que se traslada los fines de semana a su casita de campo en este tranquilo y bonito pueblo, situado a las faldas de la Cordillera.

Uno de los momentos mas entrañables, lo disfruté cuando tuve la oportunidad de entrevistar a estas dos hermosísimas mujeres mayores en edad y jóvenes de espíritu y de energía.

A continuación, podéis disfrutar con dicha entrevista en el video que he presentado en la Jornada de AMES, el pasado 4 de diciembre en Madrid, sobre "Envejecer Saludable¨.








martes, 5 de junio de 2012

Sobre las Jornadas de Donostia el 28 y 29 de Mayo


Todavía continúo asentando las ideas y los sentimientos vividos en los cuatro días que he disfrutado en San Sebastián, con motivo de la celebración del 28 de mayo, Día Internacional por la Salud de las Mujeres.

La marcha del domingo 27, por las calles de la ciudad llenas de luz y alegría, fue una pasada. Mujeres preciosas de todos los colores y razas, con nuestras pancartas en defensa de los derechos sexuales y reproductivos, vestidas todas con las mismas camisetas, gorras y globos violetas, bailando al ritmo de los tambores y de los pegadizos cánticos de las mujeres y los hombres de Mozambique. ¡Todo un placer!
 

También los dos días de las Jornadas, el 28 y 29 han sido muy fructíferos e interesantes y han servido para crear Redes y alianzas entre las y los asistentes. Todas ellas personas activistas y comprometidas en la defensa de la salud y los derechos humanos de las mujeres. ¡Otro gran placer, conocer y compartir con personas de esta categoría humana!

Una de estas fabulosas mujeres que he conocido y he disfrutado por su sabiduría y su sensibilidad, es Marisa Matamala, una destacada feminista de Chile, cirujana y fundadora de la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe. 
Además de ideas, experiencias y sueños, hemos compartido con otras compañeras, vinitos y pinchitos exquisitos en  tabernas típicas de las de allí, hemos paseado por La Concha y por la parte vieja de la ciudad. ¡Una delicia!

Al día siguiente, el miércoles  día 30, antes de regresar a Madrid, descubrí  leyendo El Diario Vasco, un artículo con una entrevista suya que recoge su visión integral de la salud de las mujeres, titulada “La globalización frena los abusos de poder”. Podéis leerla aquí



lunes, 14 de mayo de 2012

Jornadas Internacionales sobre Género

Los próximos días 28 y 29 de mayo participaré en 
las Jornadas Internacionales sobre Género: 
Redes y Movimientos Feministas del Norte y del Sur 
en el Tratamiento de los Derechos Humanos de las Mujeres
que se celebrará en el Palacio de Congresos Kursaal de San Sebastián, 
organizadas por la Fundación Haurralde
Estas jornadas se organizan  dentro de las actividades de sensibilización en torno al 28 de mayo Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres

 
El martes 29,  intervendré a las 16:00 con la ponencia Las sexualidades de las mujeres
Moderará el coloquio posterior Nirvana González, coordinadora de la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe.



jueves, 3 de mayo de 2012

28 de Mayo Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer



Llamado 2012: “Salud integral, derechos sexuales y derechos reproductivos plenos: Defendamos el Consenso de El Cairo para seguir avanzando”

 La ASOCIACIÓN DE MUJERES PARA LA SALUD, perteneciente a la Red  de Salud de las mujeres Latinoamericanas y del caribe (RSMLC), 
Auspicia y difunde este llamado a la acción, y participa en  las actividades propuestas en el mismo.

En conmemoración del 28 de Mayo, Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer, la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe lanza su llamado a la acción de 2012: “Salud integral, derechos sexuales y derechos reproductivos plenos: Defendamos el Consenso de El Cairo para seguir avanzando”.

Esta demanda busca reafirmar, una vez, más la importancia del consenso de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo, CIPD (El Cairo, 1994) y su Programa de Acción, para promover los derechos de las mujeres, en especial aquellos relativos a la salud integral y la salud sexual y reproductiva y los derechos correlativos. Y, al mismo tiempo, este llamado enfatiza que este Consenso histórico no debe considerarse un techo sino una puerta abierta a mayores avances en temas clave, respondiendo a los desafíos que plantea el contexto actual en temas de salud de las mujeres, derechos humanos y población.
Por lo tanto, y tomando en cuenta que en 2014 se cumplirán los 20 años desde la realización de la CIPD y concluye el plazo fijado para la implementación total de sus acuerdos, la RSMLAC convoca a sus afiliadas a:

  • Renovar activamente su compromiso con dicho consenso y con mayores logros en temas de salud integral, salud sexual y reproductiva y los derechos correspondientes, especialmente en su vínculo con la población y el desarrollo.
  • Aportar a su mayor visibilización y difusión a nivel de la sociedad en su conjunto, y contribuir a su apropiación por parte de las mujeres, en su más amplia diversidad.
  • Generar nuevas alianzas y estrategias en torno a la implementación de su Programa de Acción en los países, exigiendo a los gobiernos que cumplan sus compromisos firmados el año 1994 y en los sucesivos seguimientos, tanto en términos de entrega de financiamientos, adopción de políticas y programas, como en el impulso a legislaciones acordes, para beneficio de todas las personas, y en especial de las mujeres.
 



lunes, 16 de abril de 2012

El impacto del modelo de salud convencional en el bienestar de las mujeres

 
Desde el modelo biomédico convencional se entiende la salud exclusivamente como ausencia de enfermedad. Esta concepción perjudica el bienestar de las personas, especialmente el de las mujeres. Dicho modelo sanitario es extremadamente biologicista al considerar que la pérdida de salud se debe únicamente a los aspectos biológicos de las personas, sin reconocer el peso fundamental de  los determinantes sociales, psicológicos, las diferencias sexuales, ni las desigualdades de género entre hombres y mujeres.

Es una concepción muy sesgada, que incide negativamente en el diagnóstico y el tratamiento de la salud y la enfermedad de  toda la población y especialmente tiene consecuencias muy negativas para el bienestar y la calidad de vida de las mujeres.

La Organización Mundial de la Salud  considera caduco este modelo y define la Salud como el estado completo de bienestar físico, psicológico, mental y social, y no solamente como la ausencia de afecciones o enfermedades. Además, declara que la calidad de vida es un concepto muy amplio que está influido de modo complejo por diferentes factores como: la salud física de la persona; su estado psicológico; su nivel de independencia; sus relaciones sociales  y su relación con los elementos esenciales de  su entorno.

En la actualidad sabemos que las mujeres tienen una mayor esperanza de vida, pero con mayores enfermedades crónicas, acuden más a menudo a la consulta  médica, consumen más medicamentos y  tienen una peor percepción de su salud que los hombres. En cambio, ellos viven menos años pero con mejor salud, practican más deporte y duermen más horas que las mujeres, aunque  tienen conductas menos saludables, consumen más tabaco, alcohol, drogas y sufren más accidentes y discapacidades por los modelos tradicionales de masculinidad (deportes violentos, conducción agresiva, etc.). Estas diferencias no se explican sólo en función de la biología y hay que analizar los factores psicosociales de género que las sustentan.

Lee el artículo completo en el número 3 de la revista Con la A

martes, 10 de abril de 2012

La Real Academia Española (RAE) y el lenguaje No sexista

Llevo un tiempo dándole vueltas a la cabeza a este asunto del lenguaje, que según la RAE no es sexista ni ideológico, y tampoco influye en la discriminación e invisibilización de las mujeres…

Por lo visto, estos insignes miembros, e incluso las pocas “miembras” de tan ilustre institución no han adquirido algunos conocimientos neurolingüísticos básicos que llevan años publicados. 

Es extraño, porque yo recuerdo que cuando cursaba quinto curso de la carrera de Psicología, allá por los años 80, aquí en nuestro país, estudiábamos una asignatura llamada “Pensamiento y Lenguaje”, donde otros “ilustres varones”, nos informaban “científicamente” de las intrínsecas relaciones bilaterales entre el pensamiento y el lenguaje de las personas.

Ellos, porque en este caso, eran todos señores los famosos escritores anglosajones de la neuropsicología,  tenían clarísima la relación  biológica existente entre las estructuras mentales y el lenguaje como vehículo del pensamiento. Y así lo defendían y difundían en sus publicaciones. 

En sus numerosas investigaciones demostraban que las conexiones neurológicas entre el pensamiento y el lenguaje que utilizamos, eran bidireccionales y que se podía realizar modificaciones en ambos sentidos, es decir, al cambiar ciertos conceptos del pensamiento, como por ejemplo sobre un prejuicio o mito, esto se trasladaba inmediatamente al lenguaje con el que nos expresamos sobre ese tema.

Además, demostraban en sus experimentos científicos que estos cambios conceptuales también pueden ser producidos a través de una modificación del lenguaje.  Según vayamos utilizando ciertas expresiones, así se van a ir configurando nuestros pensamientos.  
Es algo “biunívoco”, nos decían con todo tipo de ejemplos y experimentos.

Según estas teorías, podemos deducir que en una sociedad patriarcal, dominada durante siglos por una concepción androcéntrica, con numerosos mitos, conceptos y esquemas mentales machistas, en clave de superioridad masculina, resulta “biunívoco” que el lenguaje que expresara estos pensamientos sexistas fuera también y consecuentemente sexista, invisibilizara  a las mujeres y las desvalorizara al nombrarlas. Por lo mismo, el razonamiento en el caso contrario sería que en una sociedad igualitaria, no sexista, el lenguaje también sería no sexista, visibilizaría a las mujeres y no fuera despectivo al nombrarlas y definirlas. 

En esta dirección positiva, cada vez más personas, mujeres y hombres, nos hemos hecho conscientes de que procedemos de una cultura machista y patriarcal que ha determinado la socialización de nuestras mentes, llenándolas de numerosos conceptos, mitos y prejuicios sexistas y, en consecuencia, este tipo de cultura está determinando nuestro lenguaje como expresión de dichas concepciones sexistas. 

Somos personas con conciencia de género, que estamos haciendo un esfuerzo importante y, reconozco que laborioso, por crear y utilizar un lenguaje más igualitario, democrático y no sexista, a la vez que tratamos de mejorar en nuestra manera de pensar, sentir y actuar, que eviten cualquier forma de discriminación. Sabemos que es una tarea difícil y que las reticencias y obstáculos son enormes, pero creemos que la razón acabará por imponerse.

Por otro lado, no es de extrañar las reacciones airadas o de burla en los medios de comunicación de personas  muy cultas  y respetables, ante la existencia de Guías de lenguaje no sexista  y, también es  muy probable que los miembros y las pocas miembras de la RAE, no puedan o no quieran hacer el difícil recorrido neuronal de cambiar los esquemas mentales sexistas en los que han sido socializados y que forman parte de su identidad y de “sus verdades”. Es normal que con su lógica de pensamiento, necesiten defender las normas y la “pureza” del lenguaje masculinizado de la “Real Academia de la Lengua Española” a la que representan.

La buena noticia es que, cuando las personas y, especialmente las mujeres, adquirimos esta conciencia de género, también llevada a  la  práctica de un lenguaje No sexista, ya no hay vuelta atrás, y nadie puede impedir, ni siquiera la RAE, que hablemos como pensamos y que este lenguaje  nos haga sentirnos mejores, en mayor armonía mental y emocional, y en posesión de  una herramienta útil  para aumentar nuestra autoestima  personal y colectiva. Y, a medida que el lenguaje no sexista lo estamos practicando cada vez un mayor número de personas, llegará un día que su implantación sea un hecho  consumado y  que,  incluso  la RAE se verá obligada a admitirlo, mejorando así la calidad de sus pensamientos.

El cambio si es posible  ¡EL LENGUAJE ES PODER Y  El PODER  DE SU USO ESTÁ EN NUESTRAS MENTES, CON PENSAMIENTOS LIBRES Y NO SEXISTAS! 


Soledad Muruaga



jueves, 22 de marzo de 2012

Poder y Sexualidad de las Mujeres

Este es uno de los artículos que he escrito para el número XXI de la Revista anual que publicamos en la Asociación de Mujeres para la Salud.


Aguatinta * Beatriz Palomero
Una creencia muy extendida, en cualquier país y cultura, especialmente entre los varones, es que las mujeres poseen y ejercen un gran poderío sexual. Que su poder de seducción es tal, que les permite controlar y manejar a los hombres a su antojo.

Sin embargo, la realidad demuestra una y otra vez todo lo contrario. Todavía es una minoría las mujeres que viven una sexualidad propia y placentera, sintiéndose dueñas  de su propio cuerpo.

Mi trabajo como psicóloga clínica y directora del Espacio de Salud Entre Nosotras, durante más de 20 años, me ha permitido conocer una gran variedad de experiencias y reflexiones de miles de mujeres que desmienten muchos de los mitos que circulan sobre la sexualidad femenina.

Cuando en los grupos de mujeres hablamos de sexualidad y compartimos cuales son los primeros pensamientos que se nos vienen a la cabeza en torno a este tema, tenemos respuestas muy diferentes, dependiendo de las circunstancias de vida de cada una. Algunas, las menos, la relacionan con sensaciones agradables y placenteras. Otras, la mayoría, con sentimientos de frustración e insatisfacción o, incluso, vinculada a perversas violencias que experimentaron en algún momento de sus vidas.

En estos grupos de reflexión, compartimos y descubrimos cuan “empoderadas” o “desempoderadas”, respecto a su sexualidad, se consideran a sí mismas mujeres de distintas generaciones, desde las más mayores, pasando por las de edades maduras o las más jovencitas. Desde las que viven la sexualidad en matrimonio o pareja, hasta las que la viven sin tener una pareja , las que son religiosas, las que se ven obligadas a vender sus cuerpos, las que tienen opciones heterosexuales, homosexuales o bisexuales, etc.

En un clima de total sinceridad y confianza, analizamos y reflexionamos sobre  los diferentes tipos de socialización sexual que hemos recibido mujeres muy diferentes y diversas, desde las que hemos sido educadas en modelos muy tradicionales, hasta las que adoptamos los modelos más modernos y “progres”. En grupo nos damos la posibilidad de descubrir las consecuencias que han tenido ciertas ideas en nuestras vidas y en nuestras formas de pensar y vivir la sexualidad.

También analizamos y reflexionamos sobre situaciones derivadas de vivencias sexuales y eróticas que tienen una gran repercusión en nuestras vidas como mujeres, tales como: nuestros embarazos, los deseados y los impuestos; nuestros partos, unos gozosos y otros dolorosos, medicalizados o de riesgo para nuestra salud; nuestras enfermedades de trasmisión sexual; nuestros abortos, los naturales o los inducidos, los legales o los criminalizados; nuestras lactancias, tanto las agradables como las frustrantes y dolorosas; nuestras menstruaciones, las vividas con naturalidad o  las  acompañadas de mitos y sufrimiento.

Se comparten sentimientos y reflexiones sobre las consecuencias para cada una de la existencia o carencia de abrazos, caricias, fantasías y sueños eróticos, así como los sentimientos más profundos que generan las relaciones sexuales no consentidas, las violencias, los abusos sexuales e incestos sufridos en la infancia; la prostitución, la pornografía y la trata; los acosos, las culpas, los dolores, las represiones, las insatisfacciones, los fingimientos de orgasmos y las negaciones del placer. Y, a pesar de tanta diversidad, de tantas experiencias diferentes, vamos intuyendo y reconociendo que compartimos profundas similitudes, que tenemos un núcleo común en todas nosotras: “QUE SOMOS SERES PARA LOS OTROS”.

A continuación se exponen los Modelos de Socialización Sexual y los Mandatos Sexuales que recibimos las mujeres de distintas generaciones y que después, cada una de nosotras puede acatar de forma exclusiva o, adoptar una mezcla de modelos y mandatos:

1.     EL MODELO TRADICIONAL PATRIARCAL DE LAS MUJERES MAYORES
Para la mayoría de las mujeres mayores de 60, como nuestras madres y abuelas, hablar de sexualidad y de sus cuerpos ha implicado y, en muchos casos, sigue implicando, perturbación y vergüenza ante un tema que, históricamente, les fue prohibido y ocultado, del que aprendieron en la práctica, es decir, en matrimonios tempranos y en maternidades continuas, muchas veces no deseadas, en abortos que, demasiadas veces, se practicaban en condiciones deplorables y acompañados de graves peligros físicos y legales.

Para muchas de ellas, la sexualidad era un deber que cumplir sin mayores cuestionamientos, según el mandato social y religioso para el que fueron educadas y condicionadas. Su vivencia juvenil respecto a la sexualidad, está marcada por la ausencia de información, la ignorancia y  numerosos  mitos, pero sobre todo, por el temor de un embarazo, lo que condicionó sus vidas y las de sus hijas, ya que al ser ellas ignorantes en el tema, tampoco supieron  darles  a éstas las pautas para comprender este trascendental aspecto de la vida y hacerse cargo de él desde su autonomía.

Los Mandatos Sexuales para las Mujeres Mayores:
  • la sexualidad = la reproducción 
  • sólo en el matrimonio y monogámica
  • sólo heterosexual y falocrática 
  • dominio del hombre y sumisión de la mujer
  • prohibición de la homosexualidad y del lesbianismo
  • el aborto como pecado mortal
  • Lenguaje timorato y puritano sobre los genitales (“la concha”, “la perla”, “la pilila”, “el  pito”... 
  • doble moral sexual: permisiva para los hombres , represiva para las mujeres.

2.   EL MODELO MÁS LIBERAL DE LAS DE MEDIANA EDAD
Las mujeres medianas, de alrededor de los 40 y 55, han crecido y madurado escuchando asombradas y esperanzadas, todas las posibilidades que les brindaba la revolución cultural y sexual de los años 60. La etapa de los famosos eslóganes del “amor libre”, y del “hacer el amor y no la guerra”, de la ruptura de prejuicios y mitos, de búsquedas y de ansias de liberación, de rupturas con roles tradicionales que, por su género, les había sido impuesto desde el comienzo histórico de la sociedad patriarcal. Los avances de la ciencia médica permitieron decidir cuándo y cómo tener relaciones sexuales coitales con un hombre sin tener que enfrentarse a consecuencias de embarazos no deseados. Todo lo cual, representó un gran avance respecto a las anteriores generaciones de mujeres, a pesar de que simultáneamente, el poder médico también se introdujo y se ha instalado en las vidas de las mujeres.

Una vez rota la equivalencia sexualidad=reproducción, con la anticoncepción moderna, las mujeres de estas generaciones escucharon hablar de la posibilidad del propio placer, más allá del placer de sus parejas. Supieron que sus cuerpos eran una fuente potencial de gozo, que tenían derecho a disfrutarlo y que no tenían que conformarse con un matrimonio desgraciado para toda su vida. Un número significativo de ellas, han intentado rehacer sus vidas y han tenido varias parejas afectivas-sexuales, aunque con los mismos esquemas del “amor romántico” y repitiendo los mismos modelos de dominio masculino y sumisión femenina. Y, aunque la sexualidad que practican y consideran la más sana y “normal”, sigue siendo la heterosexual y falocrática, no consideran la homosexualidad y el lesbianismo una aberración de la naturaleza.

Los mandatos Sexuales para las de mediana edad:

* control de la reproducción (métodos anticonceptivos)
* posibilidad de tener varias parejas
* posibilidad de divorciarse
* el amor romántico
* heterosexual y falocrático
* relaciones de dominio del hombre y sumisión de la mujer
* “condescendencia” con la homosexualidad


3.   EL MODELO POSMODERNO O “PROGRE, DE LAS JÓVENES
Pero, ¿qué está sucediendo actualmente con las hijas de estas mujeres, con las jóvenes que tienen menos de 35 años? ¿Están viviendo realmente la sexualidad libre, autónoma y gozosa que sus antecesoras anhelaban? ¿Están experimentando la tan soñada paridad de derechos sexuales con los varones? Están ejerciendo el pleno control de su sexualidad y reproducción? ¿Son conscientes de la enorme trascendencia política de ser ciudadanas de sus propios cuerpos?

Si sólo miramos y consideramos parcialmente lo que sucede en los países ricos y desarrollados de nuestro entorno, podríamos pensar que sí, que hay avances muy importantes. Que ahora son muchas las mujeres adolescentes y jóvenes para las que la sexualidad ya no es un tema prohibido, donde el uso de los anticonceptivos responde a una decisión más informada y responsable y que restan la importancia del matrimonio como requisito para una vida sexual activa. Que exigen a sus parejas el sexo sin riesgos y establecen los términos en los que se relacionarán sexualmente y que hablan del placer sin tapujos ni titubeos.

Sin embargo, claramente no son la mayoría ni siquiera en los países más ricos y avanzados socialmente. Y, qué decir de lo que sucede en la mayor parte de las regiones del mundo, donde millones de niñas, adolescentes y mujeres jóvenes siguen siendo tratadas con múltiples violencias, subordinaciones y otras iniquidades que aún marcan a fuego su sexualidad y su existencia.

Centrándonos solamente en el análisis de las minorías de nuestro entorno, de países ricos y desarrollados, observamos cómo el patriarcado se las ingenia para incorporar a este tipo de chicas jóvenes a un modelo de sexualidad masculina, en el que la libertad sexual consiste en separar la sexualidad de la afectividad o en acceder a la mercantilización de la sexualidad a través de la prostitución o la pornografía. Para ser moderna y progresista, hay que dejarse de “cursiladas”, ser como los hombres de “liberales”, acostarse con múltiples parejas sexuales.

Llevado al extremo de este “modelo progre”, cualquier conducta sexual es válida, aunque sea violenta, si hay “consentimiento. El placer y el deseo hay que conseguirlo a cualquier precio, por lo que en ciertos sectores que se consideran muy “abiertos y liberales”, el incesto, la pedofilia, el sado-maso, la pornografía o la prostitución son aceptadas y defendidos como muestra de trasgresión de las normas del patriarcado y de superación de un mundo burgués y anticuado.

En estos sectores, también se defiende un modelo de lesbianismo a imagen del homosexual masculino, donde no sólo no se cuestiona el modelo de dominación-subordinación, sino que se traslada a las relaciones lésbicas o se propone el intercambio de los roles de poder como muestra de igualdad.

Tanto en las relaciones heterosexuales, como en las homosexuales y lesbianas, se promueve el juego sexual con aparatos, especialmente con toda una variedad de “super-penes”.

Así concebida la liberación sexual de las mujeres jóvenes por este modelo, se induce a éstas a criticar y a apartarse del movimiento feminista, considerado cursi y timorato y que, según las y los “progres”, limita los deseos y el placer, “politiza“ el sexo, descalifica los comportamientos sexuales violentos y cuestiona la validez ética de un “supuesto consentimiento” entre sus participantes.


Los Mandatos Sexuales Posmodernos para las Mujeres Jóvenes:

* sexualidad separada del sentimiento amoroso (cosificación del otro/a)
* sobrevaloración del pene y de la sexualidad masculina
* múltiples parejas sexuales
* se valora la trasgresión (pornografía, prostitución, sado-masoquismo, incluso violencia, incesto y  pedofilia “consentidos”…)
el placer y el deseo lo justifica todo
* todo vale, si hay “consentimiento”
* el modelo de dominio y sumisión, incorporándolo también en el lesbianismo  y, a veces, con intercambio de  roles de poder
* lenguaje masculinizado, violento y soez (como expresión de libertad)
* hay que  “despolitizar”  el sexo y no cuestionar cómo lograr placer


4.   NUESTRO MODELO FEMINISTA DE BUEN TRATO E IGUALDAD SEXUAL
Como podemos observar, en ninguno de los tres modelos anteriores se cuestiona la sexualidad coital y falocrática patriarcal, incluso en el modelo posmoderno “progre, se potencia aún más estas características, proponiendo el falo como la más alta cota de la madurez y del placer sexual.

Tampoco se cuestiona la violencia en las relaciones sexuales, y es, nuevamente, en el tercer modelo, supuestamente el más liberador, donde se defiende vehementemente un tipo de violencia “consentida, así como las relaciones de dominio y sumisión, eso sí, en algunos casos, intercambiables. A veces ejerce uno o una el dominio, pero en otros momentos el poder lo ejerce la otra persona que fue sumisa. A estos intercambios de dominación lo consideran trasgresión del patriarcado y “equilibrio de poderes”. Todo un ejemplo de “buenos tratos”.

¿Es esta la soñada paridad de derechos con los varones, planteada por el feminismo desde hace décadas y reforzada con el surgimiento del revolucionario paradigma de los derechos sexuales y reproductivos de los años 90?

Por supuesto que creemos que el placer es algo bueno y que todas las mujeres tenemos derecho a él, pero también sabemos por la experiencia, que el placer y el deseo deben tener sus límites. No puede considerarse positivo cualquier tipo de trasgresión, no podemos aceptar como liberadoras conductas sexuales que infringe tanto dolor y sufrimientos a las personas, como los abusos sexuales infantiles, el incesto, la venta de los cuerpos y la violencia en la prostitución, la pornografía, el sado-masoquismo, etc, etc…

Por estas razones, en la terapia que llevamos a cabo en el Espacio de Salud “Entre Nosotras”, se cuestiona la sexualidad patriarcal mediante el análisis y la reflexión personal y colectiva de las consecuencias de la socialización misógina patriarcal que todas y todos hemos recibido.

Las mujeres de nuestros talleres, aprenden y practican pensamientos, sentimientos y conductas de buen trato, empezando por el propio cuerpo, así como en cualquier relación personal y sexual.

Proponemos un modelo de educación afectivo-sexual feminista, basado en relaciones afectivas y sexuales igualitarias y respetuosas entre las personas, cualquiera que sea su sexo y orientación sexual.

UN MODELO QUE POTENCIE:
* El conocimiento, la valoración y la sensualización del propio cuerpo y el autocuidado.
* El conocimiento de que “sexualidad no es sólo coito”.
* La aceptación real  y en igualdad de condiciones de diferentes opciones sexuales.
* La información y el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos.
* La trasmisión de valores, actitudes y comportamientos sexuales que rechacen las relaciones de poder, de dominio- sumisión  y de cualquier tipo de violencia
* El aprendizaje y la práctica de relaciones corporales, sexuales y mentales de “buen trato”, con una misma y con las otras personas.
* La reflexión y la práctica de un lenguaje no sexista.
* La sexualidad es lo más personal e íntimo de las personas.
* Si lo personal es político, la sexualidad es también una cuestión política.
* Lo verdaderamente “empoderador”, trasgresor y revolucionario contra el Patriarcado, es  vivir nuestra sexualidad en: RELACIONES DE IGUALDAD, DE BUEN TRATO Y NO  FALOCRÁTICAS


Bibliografía:
  • Después del incesto, Equipo del Espacio de Salud para mujeres Entre Nosotras, Cuadernos Inacabados, Editorial Horas y Horas,1994 
  • Efectos y consecuencias del abuso sexual infantil, Asociación Mujeres para la Salud, La Boletina, nº XX, 2001 
  • La Violencia Sexual de Género, Asociación Mujeres para la Salud, La Boletina, nº XXIV, 2006 
  • La Salud Mental de las Mujeres, Asociación Mujeres para la Salud, La Boletina, nº doble XXVII y XXVIII, 2008
Puedes descargar los nº de La Boletina en www.mujeresparalasalud.org